Hembrismo
Observando el panorama actual se empieza a intuir un nuevo movimiento que podríamos denominar como hembrismo. Este movimiento, que nada tiene que ver con el feminismo, está íntimamente relacionado con el machismo gracias a posturas idénticas, pero con diferente polaridad.
Nacido de una animosidad revanchista en adición a un feminismo ya de por si radicalizado, este movimiento contiene todas las connotaciones negativas del machismo contra el que reacciona.
La polémica que existió sobre la nueva ley contra la violencia doméstica es un ejemplo de ello. Aprobar una ley que conduce a la imposición de penas diferentes para un mismo delito, en función del sexo del delincuente, es anticonstitucional y un fallo imperdonable a nivel legislativo. Cierto es que los casos de maltratadoras resultan casi anecdóticos frente a los de maltratadores, pero eso no es motivo para que la ley excluya al hombre por improbable que parezca verlo víctima de malos tratos en el ámbito doméstico. La justicia debería ser la razón desprovista de pasión.
Otro ejemplo sería la ley de paridad electoral que obliga a que haya el mismo número de hombres que de mujeres en las listas electorales de cada partido. Esta ley, celebrada ampliamente por feministas y hembristas, resulta discriminatoria tanto para hombres como para mujeres, ya que fuerza las listas a un equilibrio matemático que nada tiene que ver con la valía de las candidaturas. ¿Por que no puede haber más mujeres en una lista electoral? Muy sencillo: por la ley de paridad electoral. A mi me parece que el efecto conseguido es el contrario al deseado.
¿Por que tanta ánsia de revancha? Entiendo que el machismo ha pesado sobre las mujeres desde antes del descubrimiento del fuego, pero ahora se trata de intentar, con la buena voluntad de todos, hacer las cosas bien y sentar unas buenas bases de igualdad. Para esto no necesitamos desplazar el péndulo del lado del machismo hasta el del hembrismo, sino que debemos dejarlo justo enmedio. En reposo.
Saludos.
Nacido de una animosidad revanchista en adición a un feminismo ya de por si radicalizado, este movimiento contiene todas las connotaciones negativas del machismo contra el que reacciona.
La polémica que existió sobre la nueva ley contra la violencia doméstica es un ejemplo de ello. Aprobar una ley que conduce a la imposición de penas diferentes para un mismo delito, en función del sexo del delincuente, es anticonstitucional y un fallo imperdonable a nivel legislativo. Cierto es que los casos de maltratadoras resultan casi anecdóticos frente a los de maltratadores, pero eso no es motivo para que la ley excluya al hombre por improbable que parezca verlo víctima de malos tratos en el ámbito doméstico. La justicia debería ser la razón desprovista de pasión.
Otro ejemplo sería la ley de paridad electoral que obliga a que haya el mismo número de hombres que de mujeres en las listas electorales de cada partido. Esta ley, celebrada ampliamente por feministas y hembristas, resulta discriminatoria tanto para hombres como para mujeres, ya que fuerza las listas a un equilibrio matemático que nada tiene que ver con la valía de las candidaturas. ¿Por que no puede haber más mujeres en una lista electoral? Muy sencillo: por la ley de paridad electoral. A mi me parece que el efecto conseguido es el contrario al deseado.
¿Por que tanta ánsia de revancha? Entiendo que el machismo ha pesado sobre las mujeres desde antes del descubrimiento del fuego, pero ahora se trata de intentar, con la buena voluntad de todos, hacer las cosas bien y sentar unas buenas bases de igualdad. Para esto no necesitamos desplazar el péndulo del lado del machismo hasta el del hembrismo, sino que debemos dejarlo justo enmedio. En reposo.
Saludos.
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